Cuarenta y tres pilotos de la fuerza aérea que atacaron La Sierra cumpliendo órdenes militares, fueron juzgados.Cuando el tribunal los absolvió, porque ellos sólo obedecían órdenes, Fidel declaró que no le gustaba el veredicto. Ellos tuvieron que ser juzgados de nuevo. Fidel no cedería hasta que ellos fuesen declarados culpables - la antítesis de un debido proceso legal. Después que fueron juzgados por segunda vez y hallados culpables, fueron condenados a sentencias de treinta años. Estos pilotos tuvieron suerte de no ser fusilados, y algunos fueron puestos en libertad condicional antes de completar sus sentencias.
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Dania R. Nasca
Lights Out: A Cuban Memoir of Betrayal and Survival
